No recuerdo las fechas exactas, pero sé que debemos rondar el primer aniversario de nuestro cursillo de Cristiandad en Covadonga. ¡¡Qué recuerdos tan hermosos!! Son tan sólo 365 días, pero han cambiado algunas cosas: familiares que se han ido, compañeros que ya están en la casa del Señor, nuevas luchas y, siempre, siempre, el mismo aliento de la Fe, el soplo de aire fresco que recibimos esos días y que sigue en nosotros, alimentando nuestro vivir.
Por eso, con independencia de las veces que se actualice la bitácora, con independencia de las veces que nos veamos, nos llamemos o nos saludemos por la calle creo que, en nuestra intimidad, deberíamos celebrar este año con una sencilla oración de gracias por todo este tiempo.
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