el tiempo va pasando, ya hace casi quince días que estábamos preparando la maleta para ir a covadonga, y el día a día se va enterrando los recuerdos que me traje, pero como las semillas, se que tienen que desaparecer de la superficie, enterrarse para que sea posible que empiezan a dejar de ser semilla para convertirse en fruto,
además basta un vistazo a la foto, o al blog o a los correos recibidos para que un montón de sentimientos, recuerdos y palabras vuelvan a dibujarme una sonrisa en la cara...
no se muy bien lo que pretendía al ponerme a escribir esta entrada, pero aprovecho para deciros que ha sido una suerte para mi encontraros en covadonga, o mejor dicho, dejar que el "jefe" nos encontrara a todos juntos.
un abrazo a todos
santi
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1 comentario:
Has recogido un sentimiento, una vivencia que reconozco como propia. Los días de Covagonda aún siguen dentro de mí, germinando y dando frutos, creciendo en la Fe gracias a Dios.
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